(CNN) –– Elon Musk es la persona más rica del mundo en parte gracias a las impresionantes innovaciones de sus empresas, pero su riqueza también se debe a los contratos y programas gubernamentales que tuvieron implicaciones en sus dos negocios principales: los vehículos eléctricos y los viajes espaciales.
Ahora, el presidente electo Donald Trump le encargó al CEO de Tesla y SpaceX que elimine el despilfarro del gobierno federal. En su nuevo cargo, Musk ayudará a dirigir las políticas sobre una amplia gama de cuestiones y organismos gubernamentales, incluidos aquellos que regulan sus numerosos intereses comerciales.
¿Quién es Elon Musk? Así es el dueño de SpaceX, Tesla y X que se ha erigido como referente de la ultraderecha
Por ejemplo, Musk y Trump presenciaron este martes por la noche el lanzamiento del cohete SpaceX que algún día podría llevar a personas de regreso a la Luna e incluso a Marte. La cantidad de dinero que Estados Unidos destine a esos esfuerzos afectará en gran medida el éxito financiero de SpaceX.
El gobierno es crucial para el patrimonio neto de Musk
Vale la pena preguntarse qué porcentaje de su patrimonio neto, el más importante del mundo, provino de la ayuda gubernamental durante los últimos 10 a 15 años. La respuesta no es sencilla.
Según algunos indicadores, una pequeña parte de su riqueza se debe a los contribuyentes. Musk tiene un patrimonio estimado de US$ 326.000 millones, según el rastreador de multimillonarios en tiempo real de Bloomberg. Sus empresas han recibido “solo” decenas de miles de millones de dólares de contratos y programas gubernamentales.
Pero, en otros sentidos, prácticamente todo su patrimonio neto se le puede atribuir a la ayuda gubernamental. Tesla y SpaceX comenzaron –y sobrevivieron sus primeros días– con la ayuda de políticas estatales y federales, contratos gubernamentales y préstamos.
“La base del éxito financiero de Musk ha sido el Gobierno de Estados Unidos”, dijo Daniel Ives, analista tecnológico de Wedbush Securities.
Y el valor de Tesla y SpaceX no proviene de sus propias ganancias hasta ahora.
En cambio, su valor proviene de inversiones en su valor futuro, como las acciones de Tesla que cotizan en bolsa y las rondas de financiación privadas para SpaceX.
Desde la elección de Trump, el patrimonio neto de Musk aumentó US$ 64.000 millones, o casi un 25%, según la estimación de Bloomberg. Esto se basa en parte en la suposición de que el crecimiento futuro será más fácil si Musk ofrece asesoramiento sobre temas como la inteligencia artificial, los vehículos autónomos y la financiación para agencias que han causado problemas regulatorios a sus empresas.
Un cliente conduce un Model S fuera de la fábrica de Tesla en Fremont, California, el 22 de junio de 2012. Crédito: Noah Berger/Reuters/Archivo.
La temprana supervivencia de Tesla
Tesla recibió contratos gubernamentales relativamente modestos en el pasado, pero recibió mucha ayuda para empezar, ayuda que fue fundamental.
En enero de 2010, Tesla estaba empezando y había vendido menos de 2.000 vehículos en toda su historia. Entonces, la empresa recibió un préstamo a bajo interés de US$ 465 millones del Departamento de Energía, meses antes de su oferta pública inicial. Con el préstamo, desarrolló su auto Model S, su primer gran éxito, y devolvió el préstamo anticipadamente con los ingresos de una venta adicional de acciones en 2013.
Cuando Tesla empezó a vender automóviles, consiguió un crédito fiscal de US$ 7.500 para compradores de vehículos eléctricos, que les permitió a la empresa y a otros fabricantes de automóviles vender vehículos eléctricos fabricados en Estados Unidos a un precio más alto del que el mercado habría permitido de otra manera.
Cómo el “Departamento de Eficiencia Gubernamental” de Trump y Musk podría reprimir el trabajo remoto y forzar a los empleados federales a renunciar
Los compradores de Tesla recibieron créditos fiscales federales por un valor estimado de US$ 3.400 millones antes de que el beneficio desapareciera por completo para los compradores de Tesla a fines de 2019. Incluso si eso solo le permitió a Tesla aumentar los precios a la mitad de esa cantidad, eso representa otros US$ 1.700 millones en ayuda federal cuando la compañía enfrentaba una crisis de efectivo.
El crédito fiscal se restableció en 2023 como parte de la Ley de Reducción de la Inflación de la administración de Biden. Sin embargo, Musk alentó a la administración entrante de Trump a poner fin al crédito fiscal de US$ 7.500, lo que parecería ir en contra de los intereses de Tesla, pero sería un golpe para los fabricantes de automóviles establecidos que buscan obtener una participación en el mercado estadounidense de vehículos eléctricos. Esos fabricantes de automóviles tradicionales tendrían que aceptar mayores pérdidas en sus ventas de vehículos eléctricos o reducir sus ofertas, lo que reduciría la competencia para Tesla.
“Quiten los subsidios, eso solo ayudará a Tesla”, publicó Musk en su plataforma de redes sociales X en julio.
Beneficios financieros por la regulación sobre vehículos eléctricos
Pero el apoyo financiero más importante de Tesla no proviene de los créditos fiscales para los compradores de vehículos eléctricos, sino de la venta de créditos regulatorios que otros fabricantes de automóviles compran para cumplir con las regulaciones estatales y federales destinadas a reducir los gases de efecto invernadero.
El dinero no proviene de los contribuyentes, pero sin la regulación gubernamental, no habría miles de millones fluyendo a las arcas de Tesla.
Esas ventas a crédito literalmente mantuvieron encendidas las luces de Tesla y permitieron que sus cheques de pago se cobraran durante los primeros días de la empresa. Representaron casi el 25% de sus ingresos en 2008 y el 10% de sus ingresos durante los siguientes cinco años.
Entre 2008 y 2019, las ventas de créditos regulatorios generaron más de US$ 2.000 millones para la empresa.
Elon Musk, CEO de Tesla, presenta el nuevo Tesla Model Y en Hawthorne, California, el 14 de marzo de 2019. Crédito: Frederic J. Brown/AFP/Getty Images/Archivo.
Tesla podría haber muerto sin esos fondos. El propio Musk incluso lo admitió.
En una publicación de Twitter –ahora X – de 2020, Musk admitió que Tesla casi se vio obligada a declararse en quiebra en 2019. El precio de las acciones se había tambaleado porque la compañía tenía dificultades para aumentar la producción de su sedán Model 3.
“Lo más cerca que estuvimos (de la bancarrota) fue hace alrededor de un mes”, dijo en el posteo. “La rampa de lanzamiento del Model 3 fue de mucho estrés y dolor durante mucho tiempo, desde mediados de 2017 hasta mediados de 2019. Un infierno de producción y logística”.
Los usuarios están abandonando X, la red social de Elon Musk
Incluso cuando la amenaza de quiebra disminuyó, no fue hasta 2021 que la empresa pudo obtener ganancias sin la ayuda de las ventas a crédito.
En la historia de Tesla, las ventas de créditos regulatorios generaron casi US$ 11.000 millones, y todo ese dinero repercutió prácticamente de manera directa en sus resultados finales.
“Si no tuviera créditos regulatorios, Tesla no sería la marca que es en todo el mundo y Musk no sería la persona más rica del mundo”, dijo Ives, quien hoy es un optimista sobre las acciones de Tesla. En 2019, todavía se mostraba escéptico.
El presidente electo Donald Trump durante el lanzamiento de SpaceX en Brownsville, Texas, el 19 de noviembre. Crédito: Brandon Bell/Getty Images.
El valor de SpaceX depende de la NASA
Incluso sin sus acciones y opciones en Tesla, Musk probablemente seguiría teniendo un valor de más de US$ 100.000 millones y sería una de las personas más ricas del planeta. SpaceX probablemente estará valuada en unos US$ 250.000 millones en una próxima ronda de financiación de los inversores, según Reuters. Ives dijo que, si bien SpaceX no ha revelado las tenencias de Musk, su estimación es cercana al 50%.
El apoyo de los contribuyentes a SpaceX proviene de contratos gubernamentales directos que valen miles de millones.
Según USASpending.gov, la base de datos del gobierno que registra el gasto federal, SpaceX firmó contratos por un valor de casi US$ 20.000 millones. El más importante se produjo justo antes de Navidad en 2008, cuando SpaceX y Musk prácticamente no tenían dinero.
Ese contrato valía US$ 1.600 millones e implicaba realizar 12 misiones de suministro a la Estación Espacial Internacional (EEI). El acuerdo le permitió a SpaceX completar el cohete Falcon 9, su principal caballo de batalla, y la cápsula Dragon, dijo Casey Dreier, asesor principal de política espacial de la Planetary Society, un grupo de interés público que defiende los vuelos espaciales.
“Estaban al borde de la insolvencia”, dijo Dreier. “Elon ha señalado que en ese momento estaban al borde, y eso ayudó a salvar a la empresa”.
Dreier dijo que el acuerdo de la EEI y otros contratos le permitieron a la NASA transportar astronautas estadounidenses sin depender de Rusia.
Desde entonces, SpaceX obtuvo numerosos contratos adicionales de la NASA, el ejército y otras agencias del gobierno estadounidense. Ganó un contrato de US$ 3.000 millones para desarrollar el próximo vehículo que llevará astronautas a la Luna. Y Dreier dijo que la empresa y otros contratistas de la NASA se benefician del acceso a los empleados y la experiencia de la agencia.
Ives dijo que si la administración de Trump aumenta la financiación para los esfuerzos de la NASA para regresar a la Luna y viajar a Marte, el valor de SpaceX podría aumentar fácilmente a US$ 500.ooo millones o más.
“La estimación de US$ 250.000 millones es bastante conservadora”, afirmó.
–– Jackie Wattles de CNN contribuyó a este informe.
The-CNN-Wire
™ & © 2024 Cable News Network, Inc., a Warner Bros. Discovery Company. All rights reserved.